gEl amigoh

 

(3 amigos tomando chela al rededor de una mesa, pasándolo bien).

 

Amigo 1 (Jorge): ¿Oye, y te acordai de esa vez que nos pilló tu vieja volados en el jardín?

 

Amigo 2 (gEl sapoh): No, si apenas se dio cuenta. Además tu sabis que mi vieja es re piola pa esas cosas. Como esa vez que volvimos a mi casa y estabai raja cosido - ¡si apenas te podiai parar! Mi vieja te arregló la cama y todo, y no dijo ná el día después.

 

Jorge: No, si sé weon. ¡Pero igual me dio plancha po!

 

Amigo 3 (gNegroh): Sí, a mi me cae rebien la vieja del sapo. ¿Se acuerdan de esa vez que la polola del Perro andaba con la ruler y nos estaba tirando puros palos porque sí? ¡Y este weon por detrás imitándola! Cagados de la risa. ¡Y cuando la mina se dio vuelta y lo vio le mandó la media foca! Jajaja. Pobre Perro. ¿Sigue con la mina esa?

 

Sapo: No, creo que el weon se apestó. Perro será pero no se merece a esa perra.

 

(Jorge y Negro se rien)

 

Jorge: Puta que lo paso bien con ustedes. Mis amigotes - ¡salúd!

 

(Salúd)

 

Negro: Sí weon, me caen la raja. Es una pena lo de este weon (mira al Sapo), pero mientras estemos aquí hay que pasarlo bien nomás.

 

Sapo: (Se rie) ¿Por qué? ¿Qué me va a pasar?

 

(Jorge y Negro se miran gravemente).

 

Jorge: No, nada. Es esa weá de tu religión nomás.

 

Sapo: ¿Mi religión?

 

Negro: Sí. Es que igual nos da pena que te vai a ir al infierno.

 

(Pausa).

 

Sapo: ¡¿Al infierno?!

 

Jorge: Sipo. Yo sé que no es tu culpa haber nacido en el seno de la negra blasfemia donde la luz del Señor no llega.

 

Negro: Si igual erí nuestro amigo y nos caí la zorra, pero nos da pena que cuando el Negro y yo estemos retozando en el jardín del Edén junto con sílfdes divinas al lado de Jesucristo redentor, tu vas a estar consumiéndote en la caldera humeante de Belzebúb.

 

Sapo: ¡¿La caldera de Belzebúb?!

 

Jorge: Sí, alimentada por la pira de las almas inmortales condenadas a sufrir hasta el día del juicio final.

 

Negro: Pero weón no te preocupí, mientras no llegue el día que presentes tu alma pecadora al Todopoderoso igual seguimos siendo tus amigos. Lo único que nos da pena es que vayas a estar encadenado en el Hades, tus órganos vitales despedazado por jaurías de perros infernales hasta la eternidad.

 

Jorge: Perros de tres cabezas.

 

(Sapo está espantado).

 

Negro: Pero filo hermano, ahora lo importante es que estamos aquí tomándonos unas chelas y pasándolo bien. Da lo mismo que seas un asqueroso hereje.

 

Jorge: Sipo, ¡total igual después nos podemos confesar y tenemos fast track pal cielo! Ah, pero este weon no puede. Bueno, filo, no importa.

 

Negro: Sí, dale. Tomémonos otra chela. ¡Salúd por mis amigos!

 

Jorge: ¡Salúd!

 

(Jorge sigue espantado, congelado en su asiento).